En uno de sus días de trabajo, un hombre descubrió un pozo gigante de serpientes y se quedó de piedra cuando descubrió que estaba en el fondo

Otro día de trabajo normal para Kevin se convirtió inesperadamente en uno especial. El jefe del hombre le había encargado limpiar los nidos de serpientes de la selva amazónica. Aunque Kevin había trabajado antes con serpientes, nunca había visto nada parecido.

Kevin lo supo enseguida: no era un nido de serpientes cualquiera. En lugares donde las serpientes normalmente se comportan con tranquilidad, parecía que querían proteger algo. Así que Kevin decidió quedarse en el fondo. Como la situación podía descontrolarse rápidamente, decidió proceder despacio y con cuidado.

Mientras el hombre examinaba cuidadosamente el nido de serpientes, enseguida se dio cuenta de una cosa extraña. Era el lugar donde las serpientes se quedaban y no iban a ninguna parte. Kevin había oído hablar de la leyenda local más de una vez, pero descartó inmediatamente el pensamiento. Lo más importante ahora era deshacerse de las serpientes; para ello, tenía que aturdirse. Así que decidió pedir ayuda.

Por eso decidió pedir ayuda. En el pozo donde estaba el hombre, algo empezó a roer hasta que llegaron los refuerzos; Kevin tuvo que luchar solo contra ello. Los compañeros que acudieron en su ayuda le dieron ropa protectora y flechas aturdidoras, con las que pudo aturdir a la mayoría de las serpientes. Kevin bajó sin prisas al foso, asegurándose de que las serpientes que no habían sido tranquilizadas no se volvieran agresivas.

En el Amazonas, los nidos de serpientes no son un fenómeno único, y Kevin y sus colegas llevaban meses trabajando para limpiarlos. Lo hacían para que la selva fuera segura para todos; era un trabajo complicado y peligroso.

La población amazónica local.

El nido de serpientes en el que trabaja Kevin está en realidad en la comunidad local, y algunos de los lugareños han amenazado a la empresa más de una vez. Están luchando y haciendo todo lo posible por mantener los pozos intactos. Pero a pesar de todo, Kevin no tuvo elección y tuvo que hacer lo que le pedían.
Además, en el Amazonas, había una tribu indígena donde nunca había estado la gente. Según la leyenda, la tribu adoraba a las serpientes y, naturalmente, Kevin comprendió que era un enemigo para ellos. Pero eso no le detuvo; sentía que tenía que llegar al nido de serpientes. Después de todo, Kevin sentía curiosidad y creía que en el fondo debía haber algo especial para él.

Una serpiente enorme.

A medida que pasaba el tiempo, más y más gente se reunía alrededor del pozo donde Kevin estaba trabajando; todos tenían curiosidad por saber qué había en el fondo de ese pozo. Se hizo un silencio instantáneo en cuanto llegó al fondo. La gente alrededor del hoyo estaba asombrada por lo que Kevin había encontrado allí. Era una serpiente gigante con un enorme bulto en el centro. Estaba claro que allí había algo que había que sacar a toda costa.

Tras llamar al veterinario, Kevin supo que la serpiente estaba preñada y podía dar a luz en cualquier momento. Cuando la serpiente gigante empezó a moverse lentamente, Kevin y sus colegas tuvieron que salir rápidamente del pozo.

Consiguieron escapar del agujero a tiempo para el último momento, y la serpiente considerable dio a luz a setenta y tres crías. Kevin, sus colegas y todas las personas que se encontraban alrededor de aquel foso nunca habían visto nada parecido, y algo extraordinario ocurrió ante sus ojos; fue un auténtico milagro.

Después de estos acontecimientos, todo el mundo tuvo claro que había que dejar en paz el nido de serpientes, y Kevin recibió un aviso de su supervisor de que ya no debía hacer su trabajo en aquel lugar. Por desgracia para el hombre, eso significaba que no cobraría por el trabajo, pero no le importaba. Lo más importante era que había conseguido salir ileso.