María Jiménez reveló un secreto antes de su muerte

España (Sevilla), 7 septiembre (EFE) – La cantante española María Jiménez, conocida por canciones tan sentidas como “Se acabó”, en la que luchaba contra el machismo, ha fallecido esta madrugada en Sevilla, su ciudad natal, a los 73 años.

Tras más de cincuenta años sobre los escenarios y la televisión, la artista, nacida en el famoso barrio de Triana de la capital andaluza, recibirá los honores de todos los sevillanos a partir de hoy en el Ayuntamiento, donde se instalará su capilla ardiente y será enterrada hasta mañana.

Galardonada con la Medalla de Oro al Mérito en 2022 por sus servicios a las artes artísticas en España, la intérprete también ha hecho carrera en Latinoamérica y en países como México y alcanzó la popularidad con la canción “Se acabó”, que narra el final de una relación de malos tratos y se convirtió en uno de sus primeros éxitos.

Nacida en el seno de una familia humilde de Barcelona, a los 15 años empezó a actuar en tablaos flamencos. Triunfó en las décadas de 1970 y 1980 gracias a su voz, su forma de bailar y su valentía sobre el escenario. Publicó veinte discos y se convirtió en un icono de la lucha contra la violencia.

Según confiesa María Jiménez, fue víctima de la violencia machista durante su matrimonio con el actor español Pepe Sancho, muy popular por su papel de “estudiante” en la serie de televisión “Curro Jiménez” sobre un bandolero andaluz, con quien se casó dos veces, una de ellas en Costa Rica.

Su primer LP se publicó en 1975, seguido un año después por un segundo álbum; en esta década se hizo famosa por canciones como “Con golpe de pecho”, “Vámonos”, “No sé si viviré” y “Se acabó” (1978).

Entre sus mejores momentos profesionales figura haber ganado el segundo premio del Festival Internacional de Yamaha (Japón) en 1979 con la canción “Sensación”, arreglada por Gualberto García.

Su primera película, Perdóname, amor, dirigida por Luis García Valdivieso, en la que trabajó con su marido, el actor Pepe Sancho, se estrenó en abril de 1982 en Sevilla.

La intérprete también participó en la serie de televisión “Todos los hombres sois iguales”. Aún así, en 1992 inició un paréntesis profesional de ocho años, hasta su regreso en 2000 con un nuevo álbum recopilatorio, “40 grandes canciones”.

En el siglo siguiente, vivió un renacimiento musical, interpretando canciones como “La lista de la compra” con el grupo La Cabra Mecánica; la sensualidad de sus comienzos evolucionó hacia una jocosidad y un capricho que cultivaron con éxito sus homólogos masculinos, como Joaquín Sabina, al que imaginó en uno de sus mejores discos en 2002.

Su interpretación pasó por el tamiz del flamenco y la rumba algunas de las canciones más icónicas de Sabina, dotándolas de una nueva frescura. He aquí sólo una de ellas, “19 días y 500 noches”, a la que dio un tono aún más forajido que el original del maestro.

Supongamos que Jiménez ha tardado en publicar discos. En ese caso, su discografía ha llegado hasta el álbum La vida a mi manera (2020), que presenta una nueva interpretación del cancionero latinoamericano que ha cultivado.