Un hombre adulto que tiene que trabajar fuera de casa siempre está preocupado por su pareja. Por eso, intenta pasar el mayor tiempo posible con ella y crear un entorno seguro.
Para que su mujer no se aburriera, Vasily se compró un perro, y llevan muchos años viviendo juntos. Para que su mujer se sienta segura en casa, Vasily instaló cámaras de vídeo con sensores de movimiento.
Línea del destino
Una vez, tras un gran encargo, el hombre tuvo que emprender un largo viaje, dejando su casa y a su amada. Al marcharse, Vasily no dejaba de preocuparse e intentaba mantenerse en contacto con su hogar. Pero esta vez, tenía fuertes sospechas que no le daban descanso. Siempre estaba llamando, preguntando a Masha por todos los detalles y vigilando de cerca las cámaras para ver si ocurría algo inesperado.
Actividad inesperada
A última hora de la tarde, Vasily recibió un aviso de movimiento en la casa. Las cámaras de vídeo habían detectado la actividad y estaban listas para transmitir la imagen. Le preocupaba llamar a la policía, pensando que habían entrado ladrones en la casa. Pero en el último momento decidió ver qué ocurría.
Encendió la cámara de la cocina. Pero no había signos de entrada no autorizada: vio a su mujer y a su perro en la pantalla. Estaban saltando y bailando dulcemente. Vasili no pudo contenerse y casi lloraba de felicidad.
Como dijo Masha, el perro siempre la apoyaba de diferentes maneras para que no echara de menos a su amado marido. Estas cosas ocurrían constantemente, y sólo ahora está todo grabado en vídeo. Esta historia confirma una vez más que nuestros amigos de cuatro patas siempre están dispuestos a apoyarnos, sean cuales sean nuestras circunstancias.
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