La fruta siempre ha tenido una gran demanda; sin embargo, los productores han comenzado recientemente a desarrollar nuevas variedades que difieren en sabor y forma. Posteriormente, la llegada de la sandía cuadrada generó un interés considerable en el sector del mercado alimentario.
¿Un tamaño mayor se correlaciona necesariamente con un mayor nivel de palatabilidad? En uno de los mercados locales, un consumidor compró una sandía que tenía una apariencia distintiva. Se sintió sumamente satisfecho de haber conseguido una sandía de dimensiones tan notables. En su viaje de regreso, esperaba disfrutar de una sandía excepcionalmente madura y suculenta con toda su familia.
De hecho, el notable tamaño de la cosecha de sandías atrajo considerable atención. Este fue el resultado de un cálculo de ventas exitoso. Al regresar a casa, el propietario del notable ejemplar no pudo dividirlo en dos porciones durante un período prolongado.
Después de un período considerable, finalmente cortó la enorme fruta, sólo para descubrir que no era como esperaba. En lugar de la carne suculenta que esperaba, vio una sandía disecada y medio vacía. La fruta, que se esperaba que mostrara un tono similar al algodón de azúcar, exhibía un tono rosa pálido poco atractivo con un tinte amarillento. Consumir una sandía que haya sufrido tal transformación sería una experiencia poco atractiva.