En las semifinales olímpicas de surf en Tahití apareció una ballena inesperada. Durante la actuación de la brasileña Tatiana Weston-Webb y la costarricense Brisa Hennessy, que se encontraban en posición opuesta, el cetáceo emergió del agua, ofreciendo a los espectadores un momento inolvidable que quedará grabado en sus memorias durante años.
Es importante señalar que este tipo de sucesos no se limitan a Tahití. Animales de este tipo han sido avistados durante competiciones de surf en todo el mundo. En Tahití, que se encuentra a la asombrosa distancia de 16.000 kilómetros de la ciudad anfitriona de París, las ballenas se reúnen en las inmediaciones del archipiélago durante las temporadas de apareamiento, nacimiento y migración.
Además, en Tahití se encuentran varias áreas marinas protegidas. En abril del año pasado, los líderes indígenas del Pacífico Sur, incluidos algunos miembros tahitianos, firmaron un tratado que reconocía a las ballenas como “personas jurídicas”. Sin embargo, esta declaración aún no se ha reflejado en las leyes de las naciones participantes. En la división femenina, Weston Webb salió victoriosa con una puntuación de 13.66-6.17 en su partido de semifinales contra Hennessy, asegurando su lugar en el partido por la medalla de oro. Sin embargo, finalmente fue superada por la competidora estadounidense Caroline Marks. Hennessy, por otro lado, no pudo asegurar una medalla, perdiendo el partido por el bronce ante la competidora francesa Johanne Defay con una puntuación de 12.66 a 4.93.
En la división masculina, Alonso Correa de Perú se quedó a un paso del podio después de perder 15.54 a 12.43 ante el competidor brasileño Gabriel Medina en el partido por la medalla de bronce.
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