Nadie debía ver esto, pero Trump fue captado por la cámara

Es común que las personas posean documentación fotográfica de experiencias divertidas o humillantes e imágenes que no cumplieron con sus expectativas iniciales. Sin embargo, la opción de conservar o descartar imágenes que no hayan sido captadas con éxito queda a discreción de cada individuo.

Sin embargo, si uno es el Presidente de los Estados Unidos, esas imágenes inevitablemente se convertirán en conocimiento público.

El calzado de George W. Bush que lo esquivó fue arrojado.

Aunque los líderes de nuestro país preferirían que estas imágenes no se difundieran, estas incómodas instantáneas sin duda serán recordadas durante años.

El 14 de diciembre de 2008, aproximadamente cinco años después del inicio de la guerra de Irak, un periodista iraquí arrojó sus zapatos al presidente estadounidense George W. Bush en protesta contra la guerra. Bush evadió el calzado y declaró que no sabía los motivos del periodista. Sin embargo, en el mundo musulmán, arrojar zapatos se considera un acto de profunda falta de respeto.

El 10 de febrero de 2017, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se reunió con el primer ministro japonés, Shinzō Abe, en Washington. La reunión será recordada por el largo apretón de manos, que duró 19 segundos.

Cuando el presidente estadounidense Joe Biden subió por la escalera para abordar el Air Force One en diciembre de 2021, sufrió tres caídas. Se movía excesivamente, lo que posiblemente provocó que perdiera el equilibrio aproximadamente a la mitad del camino. Joe Biden se levantó, volvió a perder el equilibrio y finalmente cayó sobre uno de los escalones.

Sin embargo, se vio al presidente estadounidense agarrándose de la barandilla mientras subía al avión.

El 21 de agosto de 2017, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, observó el eclipse solar total sin usar gafas protectoras adecuadas.

Posteriormente, la documentación fotográfica y en video del evento aumentó en Internet. Fue objeto de considerable burla en línea, incluidas bromas sobre el supuesto sesgo de los medios de comunicación al advertir sobre los posibles peligros para los ojos.

En 2015, cuando Barack Obama y Vladimir Putin se conocieron en un almuerzo de las Naciones Unidas, fue otro encuentro incómodo cara a cara entre dos personas que nunca se habían llevado bien. El apretón de manos fue superficial, carente de cualquier calidez o conexión. Al extender la mano, Putin mostró una sonrisa pícara. Obama ignoró este gesto y no le devolvió el gesto. Ambos individuos levantaron sus copas, pero su lenguaje corporal transmitía una antipatía personal mutua.