Han pasado exactamente diez años desde que Oliver sobrevivió a ese terrible accidente. Una noche, mientras llovía en la carretera, su vida cambió para siempre.
Ese día, Liam se sentó junto a la cama de Oliver, compartiendo uno de esos momentos. En el silencio de la habitación del hospital, Liam se inclinó hacia Oliver y compartió con él los detalles de su reciente romance con Lisa.
-Serás tío -dijo sonriendo. Pero tan pronto como dijo esto, Oliver se puso un poco triste y se quedó en silencio. ¿Eso fue… un tic? ¿Espasmo muscular involuntario? Pero no, eso no podía ser. Oliver no se había movido en absoluto durante diez años.
Cuando Liam se dio cuenta de que Oliver finalmente estaba despertando, se levantó con cuidado de su silla y llamó en voz baja a sus padres.
¡Algo tenía que pasar! Afortunadamente la enfermera todavía estaba allí y también vio el movimiento. Ella pidió ayuda y pronto la habitación se llenó de enfermeras y médicos. De repente, los ojos de Oliver se abrieron suavemente, como si hubiera estado esperando esto. Habían pasado diez años y ahora los ojos de Oliver estaban abiertos y lo miraban.
