Tras la muerte de la reina Isabel II, se especuló mucho sobre el legado que dejaría a sus familiares y a quién pertenecería parte de su fortuna.
La Reina poseía seis vastas propiedades, entre ellas el castillo de Hillsborough, Sandringham, el castillo de Balmoral, el palacio de Holyrood, el castillo de Windsor y el palacio de Buckingham.
Según los expertos, a lo largo de su vida, la Reina Isabel acumuló una fortuna de ochenta y ocho millones de dólares.
Hace algún tiempo, se supo que Isabel, de noventa y seis años, hizo algunos cambios en su testamento relacionados directamente con la hija del príncipe Harry y Meghan Markle.
En primer lugar, la revista Star contó los cambios en el testamento de Isabel II realizados a sus herederos.
Según The International Business Times, la mayoría de las trescientas joyas (valoradas en ciento diez millones de dólares) las recibirán Kate Middleton y su hija Charlotte.
También aclararon que Meghan Markle y su hija Lilibeth Diana no están incluidas en el derecho de herencia.
Cabe recordar que Harry y Meghan decidieron renunciar a sus obligaciones reales y, por tanto, a los privilegios que corresponden a la familia real, por lo que la pequeña Lilibeth y su hermano Archie no fueron incluidos en la herencia.