La boda del año trae perplejidad por lo que ocurre con el registro de invitados para garantizar la exclusividad. La decepcionante cena de Eneko Atxa se une ahora al malestar de Isabel Preysler, con quien su yerno trabaja actualmente de forma oficial. ¿A qué se debe?
Tres acciones del novio que no han gustado nada a la madre de Tamara Falcó. La Reina de Corazones ya ha charlado con él para aclarar las cosas.
Se dice que Iñigo Onyewu se dirigió a su suegra durante el brindis nupcial dejándola indiferente: ‘Isa’. Él nunca la llamó así en privado, ni nadie, por lo que los doscientos invitados de Falcó-Preysler se escandalizaron al oírlo. A la protagonista le pareció una falta de respeto y un intento de demostrar la confianza que ella no le daba.
Pero el ingeniero madrileño acertó en su discurso: Decidió pedir perdón por su pasado, que hizo sufrir a todos por sus errores, que ahora no se perdonará y corregirá cada día de su vida. A Isabel tampoco le gustó. Le pareció inapropiado y vergonzoso recordarle a su hija el día de su boda delante de cuatrocientas personas que “era una cornuda”. Además, su infidelidad era desconocida para los invitados de fuera, que se preguntaban a qué se refería Íñigo.
Otro incidente involucra a los amigos de Onyewu, un grupo que se hace llamar “Los Curris”. Al parecer, en medio de la cena, los chicos tuvieron varios momentos de exaltada amistad. Lanzaron piropos a la recién casada, lo que Preissler consideró de mal gusto y vulgar, inapropiado en la boda de su hija, una auténtica marquesa. Al parecer, la suegra tuvo una conversación muy seria con su yerno, en la que le dejó tres cosas claras: que no volviera a llamarla “Isa”, que no volviera a rebajar a su hija y que controlara a su grupo de amigos para que este tipo de cosas no volvieran a ocurrir en futuros eventos familiares.