La Reina Letizia está furiosa por el asunto Rubiales, un escándalo que avergüenza a España y a la Casa Real

La Reina sigue de cerca todas las informaciones relacionadas con el escándalo de este verano: el escandaloso beso cometido por Luis Rubiales a Jenny Hermoso durante la final del Mundial de Australia. Doña Letizia viajó a Sydney con su hija, la Infanta Sofía, para apoyar a los campeones y lamenta que su gesto y la histórica victoria de los jugadores españoles se vieron ensombrecidos.

Su viaje fue aplaudido desde el primer momento, sobre todo cuando se supo que ningún miembro de la realeza inglesa (ni los Reyes ni los Príncipes de Gales) acudiría a apoyar a su selección. La prensa internacional alabó la presencia de la Reina y su hija y su naturalidad y espontaneidad al celebrar la Copa con los campeones: sonrisas, abrazos, gritos y hasta “¡Vamos, Letizia!”, a lo que la Reina respondió con entusiasmo. Aunque exteriormente esta magnífica imagen se vio empañada por el gesto de Rubiales, la Reina montó en cólera: ‘Ganar el Mundial femenino no es cosa de todos los días y el hecho de que un desagradable suceso lo eclipsara hizo que la Reina se diera cuenta de la situación, aunque en silencio’, explican a ECD fuentes de Zarzuela.