Parece un garaje normal.
Los cambios son impresionantes.
La mayoría de la gente, cuando piensa en un cobertizo o un garaje, se imagina una habitación oscura, húmeda y mohosa en la que meter el coche o almacenar trastos. Es decir, todo aquello que no quieres tirar pero tampoco quieres mirar todo el día. ¡Pero hay muchas más cosas que puedes hacer con ello!
A veces, el pequeño presupuesto con el que tenemos que vivir nos obliga a ser creativos y ¡a maximizar nuestras posibilidades!
Es un ejemplo perfecto de creatividad y amor por el espacio vital, y no creerás que los “ceros” hicieron un lugar tan estupendo y acogedor.
No hay más que ver lo que este propietario ha hecho con su garaje: ¡no lo reconocerás en absoluto!