Todos adoramos a la familia real, y una de las cosas que más nos gusta de ellos es lo unidos que están siempre. O mejor dicho, casi siempre, porque hasta la realeza tiene percances de armario.
1. La inapropiada etiqueta de Meghan
Durante la visita de Meghan Markle a Tonga, muchos admiraron la belleza de su vestido de 500 dólares. Este vestido rojo complementa a la perfección el look de la ex duquesa de Sussex. Lo combinó con unos zapatos de tacón negros.
Naturalmente, la prensa estuvo presente en la visita de Meghan, y rápidamente se descubrió su metedura de pata en el armario. Los usuarios vieron la etiqueta de su vestido en muchas fotos.
Cuando cumplió treinta y siete años, Meghan Markle asistió a su boda con el príncipe Harry y lució un precioso vestido negro con un clutch y un tocado a juego. Pero, por desgracia, la blusa de Meghan se desabrochó cuando intentaba cruzar la puerta.
Naturalmente, la prensa lo barrió todo y dejó al descubierto un poco de lencería de encaje negro.