Puede ser más o menos perceptible en diferentes individuos y también puede estar presente en sus espacios vitales. El envejecimiento natural del organismo y los cambios bioquímicos provocan este olor, que puede percibirse incluso a unos metros de distancia.
Este olor se conoce comúnmente como “olor senil”.
El olor a anciano es un fenómeno natural en la práctica médica. Difiere del olor de los individuos jóvenes y de mediana edad y no está relacionado únicamente con la higiene.
El envejecimiento provoca cambios en el equilibrio hormonal, la aparición de enfermedades crónicas y una ralentización de los procesos metabólicos, lo que se traduce en el desarrollo de un olor distinto en las personas mayores.