Es un tipo de demencia, pero no todas las personas con demencia tienen Alzheimer. El Alzheimer es un síndrome degenerativo, lo que significa que empeora con el tiempo, provocando un deterioro continuo de la función cerebral. Ciertas proteínas, placas y ovillos se depositan en el cerebro, restringiendo la comunicación entre las células nerviosas y acabando por afectar a la memoria.
La enfermedad de Alzheimer comienza lentamente y empeora con el tiempo. Reconocer la enfermedad de Alzheimer implica observar estos síntomas.
La pérdida de memoria es el síntoma más común, y las personas tienen problemas para retener información nueva.
A medida que avanza el deterioro cognitivo, las personas pueden tener dificultades para recordar conversaciones recientes y para leer, hablar, escribir y hacer cálculos matemáticos. La capacidad de pensar, juzgar y comprender se pierde gradualmente, y tomar la iniciativa y actuar de forma independiente resulta cada vez más difícil. Las habilidades sociales también pueden deteriorarse y puede producir desorientación respecto al tiempo y el lugar.
Los enfermos de Alzheimer pueden volverse suspicaces o paranoicos y tener delirios que no se ajustan a la realidad. También pueden experimentar alucinaciones.
Además, pueden necesitar ayuda con las actividades cotidianas. Realizar actividades que antes eran naturales ahora requiere más esfuerzo y puede resultar torpe. A pesar de ello, las relaciones sociales pueden permanecer inalteradas, dando la impresión de que todo va bien.
Aunque no existe cura para la enfermedad de Alzheimer, ciertos medicamentos y terapias pueden mejorar la calidad de vida del paciente. Las opiniones sobre los fármacos que inhiben el Alzheimer precoz están divididas debido a la preocupación de que sus efectos secundarios superan su efecto inhibidor de la enfermedad cerebral. La terapia se centra principalmente en apoyar y guiar a los pacientes para que se sientan más cómodos y seguros. El objetivo es que los pacientes puedan vivir en casa el mayor tiempo posible. Las investigaciones sugieren que los enfermos de Alzheimer funcionan mejor cuando siguen viviendo en casa.