Los nuevos tratamientos para el cáncer de riñón están ayudando a sobrevivir a más pacientes en España. Esto es especialmente cierto para aquellos con tumores metastásicos.
La Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.) ha compartido sus impresiones en el Día Mundial contra el Cáncer de Riñón. Hoy, 20 de junio, quiero hablar de los tumores renales en nuestro país.
El cáncer renal es más frecuente en hombres mayores de 50 años.
En España se diagnostican unos 7.000 nuevos casos cada año.
Existen diferentes tipos de tumores renales, pero el más frecuente es el carcinoma de células claras, que representa alrededor del 80% de los casos.
Otros tipos de tumores renales son los carcinomas papilares (10-15% de los casos) y el carcinoma cromófobo (5% de los casos).
Un tumor asintomático
Al igual que otros tumores, el cáncer de riñón es difícil de diagnosticar, sobre todo en las fases iniciales, cuando no presenta síntomas.
Los médicos suelen descubrirlo por casualidad al realizar pruebas para detectar otros problemas.
Algunos pacientes experimentan molestias, como
Dolor en un costado.
Un bulto en el abdomen.
Sangre en la orina.
Estos síntomas también pueden ser signos de cáncer, como pérdida de peso, fiebre, anemia o pérdida de apetito.
“Los tumores renales más frecuentes son pequeños, tienen buen pronóstico y con cirugía y tratamiento se obtienen buenos resultados”, señala el doctor Fernando Simal, jefe de la Unidad de Nefrología del Hospital El Bierzo (León) y también especialista en urología.
Pero donde más se ha avanzado es en el cáncer renal metastásico, en el que el tumor se ha extendido a otras partes del cuerpo.
Las terapias para curarlo y mejorar la calidad de vida han mejorado mucho. Alrededor del 65% de los pacientes con cáncer de riñón sobreviven al menos cinco años. Esta cifra podría ser mayor si se diagnosticara precozmente a más personas.
Promover el diagnóstico precoz en personas con riesgo de padecer este tipo de tumor ayuda a detectarlo antes, lo que hace más eficaz el tratamiento y aumenta las tasas de supervivencia y curación.
“Sería bueno hacer pruebas de cribado a las personas mayores de 50 años, especialmente a las que tienen un alto riesgo de padecer este tipo de tumor, como las que tienen hipertensión, obesidad, antecedentes familiares o fuman. “Haciendo revisiones periódicas con escáneres, podemos seguir avanzando en su diagnóstico”, dice el nefrólogo.
Nutrición y cáncer renal
Algunos estudios han demostrado que las personas con problemas renales específicos tienen más probabilidades de padecer cáncer renal.
El seguimiento de estos pacientes y el cuidado de otros aspectos, como la dieta, es fundamental.
Para la Dra. Patricia de Sequera, ex presidenta de la S.E.N., la nutrición es vital para nuestro bienestar y calidad de vida. Además, es una buena forma de prevenir enfermedades y controlar los síntomas y efectos secundarios. “Esto es importante para las personas con cáncer renal porque afecta a su nutrición”, afirma.
Lo que comemos afecta al funcionamiento de nuestro organismo. En el cáncer renal, es posible que los riñones no funcionen correctamente, por lo que hay que cambiar lo que comemos para ayudarlos.
Una buena dieta ayuda a recuperarse del tratamiento y a controlar los efectos secundarios. También mejora su calidad de vida.
Los riñones equilibran nuestro organismo controlando el agua, los minerales, la sal, el azúcar y los nutrientes.
Comer bien ayuda a que los riñones de los pacientes con cáncer renal funcionen bien.