La relación entre una descamación en el codo y un dolor lumbar

Alrededor de un tercio de las personas con piel roja y escamosa padecen también artritis psoriásica, otra enfermedad inflamatoria que afecta a articulaciones, tendones y ligamentos. Estas dos afecciones están tan relacionadas que algunos especialistas las consideran una sola y las agrupan bajo la enfermedad psoriásica. Esto demuestra por qué es bueno tratarlas juntas. Si los pacientes con psoriasis en codos o rodillas tienen dolor en las muñecas o los dedos hinchados, deben decírselo a su médico. No se trata de causar pánico. Si sabe que padece artritis psoriásica, puede tomar medidas para evitar daños mayores y obtener un mejor tratamiento.

El Hospital Virgen de Valme de Sevilla es un ejemplo de atención conjunta. Cada dos semanas, entre 17 y 22 pacientes ven juntas a la reumatóloga Raquel Hernández y a la dermatóloga Amalia Pérez. Trabajan juntas desde 2018 en una unidad multidisciplinar. No están una al lado de la otra, sino en la misma sala. La cita puede ampliarse a 25 minutos si el caso lo requiere. Esto es, si ha habido un brote grave de psoriasis, si la artritis psoriásica empieza a dar la cara en forma de dactilitis (dedo salchicha) o si hay algunas hendiduras en las uñas. “Hemos mejorado la forma de evaluar y tratar a los pacientes, y ahorramos en pruebas”, afirman.

“Queremos ayudar a los pacientes complejos y aclarar cualquier confusión sobre su diagnóstico”, dice el reumatólogo. “A veces los problemas de piel llevan a lesiones articulares”. El dermatólogo añade: “Hay que sospechar”. En 2017, el Real Colegio de Médicos de Londres descubrió que el 80% de los pacientes con artritis psoriásica tenían problemas cutáneos antes de desarrollar problemas articulares. El dermatólogo dice que no cualquier enrojecimiento, sino enrojecimiento con escamas blancas. Cuanto antes se diagnostique la enfermedad, mejor funcionan los tratamientos. Los artículos publicados dicen que los pacientes tienen mejor pronóstico si la enfermedad se diagnostica en los seis meses o el año siguientes al inicio. Antes se tardaba ocho años en que un paciente desarrollara artritis psoriásica, desde que tenía psoriasis hasta que la creaba. Gracias a las nuevas formas de detectar esta dolencia secundaria, puede diagnosticarse antes. Algunos síntomas de la artritis psoriásica incluyen cambios en las uñas o manchas en la piel de las nalgas.

Menos visitas al médico, más calidad de vida

Tratar la enfermedad psoriásica es la mejor forma de mejorar la calidad de vida. Hernández y Pérez aseguran que estas consultas mixtas en el Hospital de Valme suponen menos desplazamientos al hospital. “Los pacientes deben pedir menos bajas laborales”, afirman.

Otro aspecto vital es el estilo de vida. “Dedicamos más tiempo a esto que a explorar a los pacientes”, dice el reumatólogo. “Una vez al año hacemos un taller de hábitos saludables con nutricionistas y psicólogos”, añade. Les dicen que no fumen, que coman bien y que hagan ejercicio. Esto lo sabe todo el mundo. Es aún más importante cuidarse si se padece una de estas enfermedades. Es más probable que estos pacientes tengan sobrepeso y padezcan diabetes, cardiopatías, hipertensión, hepatopatía grasa o resistencia a la insulina. La lista es larga y da miedo, pero los médicos dicen que han ayudado a muchos pacientes a perder peso, hacer ejercicio y comer mejor con la ayuda de las enfermeras de estas unidades.

Pascual, que atiende el teléfono a las 8.30 de la mañana, evita los alimentos fritos y procesados. Come mucha fruta y verdura. Es muy activa. Camina, hace pilates y va a nadar. Medita 20 minutos todos los días.