Franco Escamilla es uno de los comediantes más exitosos de los últimos años, habiéndose ganado el corazón de varias generaciones con su estilo carismático y versatilidad. Lo distingue su cercanía con el público, pues frecuentemente revela experiencias personales de su vida cotidiana, incluidas anécdotas sobre sus hijos y su esposa, Gaby Salazar.
La celebridad logró un éxito notable, convirtiéndose en el primer comediante en actuar en el Salón Nacional y otros lugares importantes. Además, Franco ha logrado un éxito considerable en escenarios internacionales, actuando en lugares de renombre como el Carnegie Hall y el Staples Center de la ciudad de Nueva York.
En sus actuaciones, Franco cuenta frecuentemente anécdotas sobre su vida personal, incluidas historias sobre sus hijos y su esposa. A pesar de no estar involucrada en la industria del entretenimiento, Gabi Salazar se ha ganado un reconocimiento considerable entre los fanáticos debido a estas anécdotas.
Gabriela Salazar Ojeda, esposa de Franco y madre de sus hijos, Azul y Rodrigo, tiene una larga historia sentimental con el comediante. La pareja ha estado casada por un período superior a quince años. Gabi es psicóloga de profesión y conoció a Franco por primera vez durante su adolescencia. Franco invitó a Gabi a salir como amigos en su juventud, ya que ella entonces estaba en una relación. En una ocasión, en broma, se besaron, lo que provocó la disolución de su relación con su novio y el inicio de una relación sentimental con Franco.
Tras la disolución de su relación romántica, Gabi optó por perseguir un interés romántico en Franco. A pesar de las reservas iniciales sobre la durabilidad de su relación, rápidamente se desarrolló una conexión romántica. 2007 Franco le propone matrimonio a Gabi en el bar Merequetengue durante su actuación. La pareja se casó en el mismo bar, que posteriormente se convirtió en un lugar muy apreciado para ellos. Los propietarios del establecimiento renunciaron al pago del alquiler, reconociendo las limitaciones económicas que afrontaba la pareja al inicio de su matrimonio.
La recepción de la boda se planeó teniendo en cuenta un presupuesto limitado. Una banda de salsa local actuó por 600 pesos durante una hora y media, un amigo creó el ambiente para la fiesta, la tía de la novia supervisó la decoración y la hermana de la novia, Franco, preparó la mesa de postres.
Gabi, una persona interesada en la repostería, inició su negocio de cupcakes. Sus cuentas de redes sociales presentan fotografías de los postres que vende.
Recientemente se informó que Franco no le fue infiel a su esposa, Gabi. A pesar de la prevalencia del tema en las plataformas digitales, el comediante rápidamente corroboró la veracidad de las afirmaciones.