Gabriel era un fotógrafo de vida silvestre dedicado que siempre quiso viajar por el mundo.
Su pasión por la fotografía de vida silvestre no se limitaba a tomar fotos, sino a conectar con animales salvajes y capturar su belleza para que otros la disfrutaran.
Pero había un lugar en el que nunca había estado: Bali.
Pero había un problema: su nueva cachorrita, Coco. No había nadie que la cuidara.
Así que Gabriel tomó una gran decisión: se llevaría a Coco con él.
Bali estaba finalmente a su alcance. Cuando su avión aterrizó, el aire tropical se sintió como un viejo amigo.
Con su cámara en una mano y la correa de Coco en la otra, se sentía emocionado por lo que creía que sería un día tranquilo de descubrimiento.