Un pequeño cachorro de león había sido abandonado por su familia y puesto al cuidado de los trabajadores del parque. El animal fue trasladado a un recinto separado, lejos de su familia. Un día, los trabajadores decidieron experimentar y permitir que perros salchicha de dos años entraran en su recinto.
Todo comenzó cuando los trabajadores comenzaron a cuidar a un pequeño cachorro de león al que llamaron Bonedigger.
Finalmente, un perro salchicha de dos años llamado Milo fue puesto en el mismo recinto que el cachorro. Los trabajadores del parque habían tenido esta idea para aliviar la soledad de Bonedigger.
Finalmente llegó el momento de que Bonedigger y Milo se conocieran. Ver un rostro desconocido frente a ellos aterrorizó a los dos animales.
Al principio estaban confundidos y curiosos, pero los trabajadores del parque se sorprendieron más tarde de cómo se trataron. Su respuesta superó las expectativas de los trabajadores. Segundos después, ocurrió un milagro: Milo empezó a olfatear al cachorro de león. Este también mostró interés por el perro salchicha.
Disfrutaron de la compañía mutua y se mostraron un gran cariño.
Todos se alegraron de ver que Bonedigger ahora podría experimentar el amor maternal de Milo. Posteriormente, los dos animales forjaron una relación significativa.
Al reconocer a Milo como su madre, el cachorro de león comenzó a obedecer al perro salchicha como un niño obedece a su madre. Incluso después de crecer un poco, Bonedigger siguió obedeciendo a su madre.
Bastaba con que Milo hiciera un ruido para que Bonedigger retrocediera y se diera cuenta de que estaba equivocado.
Milo y Bonedigger han sido inseparables durante unos cinco años, y su vínculo se ha fortalecido con el tiempo. Esta inusual pareja continúa viviendo junta en el mismo recinto, pasando todo el tiempo juntos.
Comen, duermen y juegan juntos. Su vínculo era excepcional y lo tenían en alta estima. El parque de animales donde vivían se convirtió en una de las atracciones de la ciudad. Los visitantes se divertían constantemente con el vínculo que establecían entre ambos animales. Un avistamiento famoso fue cuando la perra ayudaba al león a cepillarse los dientes después de comer.
Ella metía toda la cabeza en la boca del león, y él esperaba pacientemente hasta que ella terminara de cepillarle los dientes. Esta inesperada relación se fue estrechando con el tiempo.
Otros dos perros salchicha, Bullet y Angel, también cuidaban del león y se llevaban bien con Bonedigger. Aunque crearon un vínculo con el león, no llegaron a ser tan cercanos como Milo.
Milo y Bonedigger demostraron a la gente que, a pesar de sus diferentes apariencias físicas y estilos de vida, es posible convivir en armonía y construir relaciones sólidas.