La gente estaba muy interesada en saber más sobre la relación del príncipe Harry con la actriz estadounidense Meghan Markle. Rápidamente se convirtieron en la nueva pareja de moda, acercando a ambos países. Desde que se unió a la familia real, el resto de la realeza y el público han sido muy críticos con Meghan.
No tardaron en anunciar su compromiso y planear la boda de sus sueños, pero había algo extraño en esta pareja.
Al unirse a la familia real, hay que preguntarle a la Reina si se puede. Aunque Harry estaba cautivado por Meghan, le pidió permiso para formar parte de la familia, como haría cualquier nuevo miembro.
Ninak Priddy, quien conoce a Meghan Markle, dijo que no le sorprendió el compromiso y que sentía que Meghan lo había estado planeando toda su vida. El primer viaje oficial de Markle al palacio fue en diciembre de 2017. Estaba esperando su momento para brillar. La gente se preguntaba si amaba a Harry o si todo era una trampa.
Mucha gente vio a Meghan caminar hacia el altar y convertirse en la duquesa de Sussex. La gente no podía creer que se hubiera casado con alguien a quien no amaba, así que los rumores cesaron.
Cuando te conviertes en miembro de la realeza, tienes que hacer ciertas cosas. Meghan parecía feliz y asistió a las ceremonias cruciales con Harry.
Estaba demostrando al mundo que era la persona indicada para este desafiante trabajo. Más gente empezó a cambiar de opinión al ver lo feliz que estaba la pareja casada, pero esta no fue la última vez que la gente tuvo preguntas.
El príncipe Harry y el príncipe William han estado en el centro de atención desde jóvenes.
Tras la muerte de la princesa Diana, los hermanos se hicieron cercanos. Siempre habían asistido juntos a los eventos reales, pero William estaba tomando la iniciativa y demostrando que era la persona adecuada para ser rey.
Desde que se unieron a la familia real, Kate y Meghan han recibido un trato muy diferente. La razón principal fue que Kate provenía de una famosa familia británica, mientras que Meghan era una actriz estadounidense proveniente de un hogar desestructurado y que había estado casada previamente.
Es evidente que Kate es popular entre la Reina, pero Meghan ha tenido algunos problemas.
A menudo se comparan los estilos de Kate y Meghan, así como sus vidas fuera de la familia real.
Se las ha visto con los mismos vestidos, y se ha convertido en una competencia ver quién los luce mejor.
Podría haber muchas razones por las que Kate y Meghan no se llevan bien, incluyendo el lugar donde viven. Después de casarse, el príncipe Harry y Meghan siguieron viviendo juntos en el Palacio de Kensington, donde Harry había vivido solo anteriormente.
Era un lugar que ambos amaban, pero cuando Meghan se embarazó, tuvieron que mudarse para hacer espacio para su creciente familia.
Meghan estaba acostumbrada al estilo de vida de Hollywood y no quería renunciar a él para convertirse en miembro de la realeza. Viste la ropa de diseñador más cara, se va de vacaciones costosas y la invitan a las fiestas más exclusivas. La duquesa de Sussex criticaba a menudo a su personal, lo que provocó la dimisión de algunos de ellos, algo poco habitual. Enviaba mensajes incluso a las 5 de la mañana con expectativas poco realistas. No seguía las normas al interactuar con el personal ni en ningún otro aspecto de la vida real.
El equipo médico de Meghan estaba dirigido por una doctora, lo cual tiene sentido porque cree en el feminismo. No quería el equipo de “hombres de traje” de la reina porque prefería a sus médicos.
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