Cachorro se cuela en el recinto de los chimpancés: ¡Lo que los cuidadores presencian a continuación es asombroso!

Era una tarde de viernes muy concurrida en el zoológico de la ciudad. Sin embargo, el ambiente divertido cambió rápidamente cuando un pequeño cachorro huyó de su dueño y se dirigió directamente al recinto de los chimpancés.

El cachorro, una pequeña mezcla de golden retriever, se había quitado el collar debido a la agitación en la zona de la casa de los primates. Antes de que nadie pudiera reaccionar, se coló por un pequeño hueco en la valla exterior del recinto, que había sido utilizado para el mantenimiento.

La gente empezó a entrar en pánico. Dentro del hábitat, los chimpancés se detuvieron y se quedaron mirando, sin saber qué hacer. El personal del zoológico se apresuró, con las radios encendidas, preparándose para lo peor.

Pero la vieja chimpancé, Lulu, no se mostró agresiva. Se detuvo a pocos metros del cachorro, se sentó y emitió un suave jadeo, señal de que todo iba a estar bien. El cachorro, pensando que no había nada de qué preocuparse, meneó la cola y caminó con cuidado hacia el gato. Lulu cogió al cachorro y lo abrazó contra su pecho, como si fuera un chimpancé bebé. Empezó a limpiarle el pelaje, una clara señal de que le gustaba.

Apenas un mes antes, Lulu también había perdido a su bebé por una enfermedad repentina. La matriarca estaba profundamente triste y se había aislado del resto de la manada, negándose a comer.

El pequeño cachorro le había hecho pensar en ser madre.

Lo que documentaron durante los dos días siguientes fue un auténtico milagro.

Lulu y el cachorro siempre estaban juntos. Lo llevaba a todas partes, compartía su comida con él y lo protegía de los chimpancés más jóvenes y bulliciosos.

La historia se difundió rápidamente en internet. Medios de comunicación de todo el mundo compartieron vídeos de la peculiar pareja. Pero el público desconocía la triste razón del vínculo hasta que un cuidador del zoológico explicó la reciente pérdida de Lulu.

La triste chimpancé no solo jugaba con un nuevo amigo; estaba mejorando. El cachorro le había dado una razón para volver a cuidar de los demás, sacándola de una profunda depresión. Tras consultar con especialistas en comportamiento animal, el zoológico tomó una decisión inusual. Se llevaron al cachorro, ahora conocido como Ben, a casa y lo presentaron a los demás animales del recinto, vigilándolo de cerca. Pasa sus días con Lulu, aliviando el malestar de la anciana chimpancé y alegrando al resto de la manada.