El mundo del cine está en constante evolución, y con él, las ideas sobre lo aceptable están cambiando. Lo que antes se consideraba la norma, hoy en día suele ser criticado: desde estereotipos culturales y sexismo hasta violencia excesiva o inconsistencia con hechos históricos.
“Aladdin” (1992)
Este éxito animado de Disney, con música vibrante y el carisma del Genio, interpretado por Robin Williams, cautivó a millones de espectadores. Sin embargo, la película fue posteriormente acusada de perpetuar estereotipos sobre Oriente y de retratar a Jasmine como demasiado dependiente de los hombres. En el remake de 2019, la heroína se volvió más independiente y se rehicieron detalles problemáticos.
“Batman Forever” (1995)
A diferencia de la mayoría de las películas de la lista, “Batman Forever” no adolece de chistes ofensivos ni sátira cruda. Su culpa reside en otro aspecto: un estilo demasiado carnavalesco, disfraces llamativos y villanos caricaturescos. En los 90, era divertido y espectacular, pero hoy en día las películas de superhéroes se basan en el drama, la seriedad y universos cinematográficos completos.
“Die Hard” (1988)
La historia del policía John McClane estableció un nuevo estándar para las películas de acción: el héroe no es un superhombre, sino un hombre común que sufre, comete errores y aun así gana. Sin embargo, en el contexto actual, la película resultaría demasiado dura. Los tiroteos masivos y la trama sobre terroristas que tomaron un rascacielos se percibían de forma diferente en los 80. Después del 11 de septiembre, estas historias se convirtieron en tabú; los espectadores ya no están preparados para un tono ligero sobre un tema como este.
“Caddyshack” (1980)
Esta película es adorada por los fans de la comedia caótica de los 80: héroes disparatados, escenas absurdas e improvisación. Pero detrás del humor, se esconden muchos comentarios sexistas, racistas y despectivos. En aquel entonces, se percibían como “chistes inofensivos”, pero ahora se considerarían un insulto. “El Sr. Mamá” (1983)
Michael Keaton interpretó a un padre obligado a cuidar a sus hijos mientras su esposa se forja una carrera. En aquel entonces, la trama se percibía como un divertido juego de roles. Hoy en día, la película parece anticuada: casi todas las escenas se basan en el hecho de que el hombre “no sabe cómo” cuidar de la casa y los niños.
“Pocahontas” (1995)
Una de las caricaturas más hermosas de Disney causó una ola de críticas incluso en su estreno. El estudio transformó la historia de una mujer nativa americana en un cuento de hadas romántico, distorsionando los hechos. Los héroes recibieron un toque de melodrama y la verdadera tragedia de la colonización fue romantizada. Hoy, cuando los problemas de representación y respeto por los pueblos indígenas son especialmente graves, un guion así se consideraría inaceptable.
“Regreso al Futuro” (1985)
La película sigue considerándose un referente del guion y un ejemplo del género de las superproducciones familiares. Pero a pesar de su trama, que hoy en día generaría una ola de críticas, la madre del protagonista se enamora de su propio hijo, aunque desconoce su identidad. En los 80, esto se presentaba con humor, pero hoy en día se consideraría demasiado provocador e inaceptable para una película comercial.
“Police Academy” (1984-1994)
Toda una serie de películas basadas en la parodia, lo grotesco y lo absurdo. En aquel entonces, los espectadores se sentían atraídos por el humor ligero, pero hoy el problema es evidente: ridiculizar y glorificar simultáneamente a la policía, personajes estereotipados y chistes groseros.
“The Crying Game” (1992)
La película arrasó gracias a un giro inesperado: uno de los personajes resultó ser transgénero. Sin embargo, la reacción de los personajes ante este suceso, expresada mediante la agresión y el asco, hoy en día se percibiría como discriminación. En los 90, esto se consideraba una técnica impactante, pero ahora una escena así provocaría protestas.
RoboCop (1987)
La película de Paul Verhoeven es a la vez una película de acción contundente y una distopía satírica. Critica a las corporaciones y las duras políticas policiales, a la vez que muestra escenas de violencia extrema. Hoy en día, este tipo de material sería difícil de manejar: algunos acusarían a los creadores de promover la crueldad, otros de atacar al capitalismo. Como resultado, la película sería blanco de críticas desde ambos bandos a la vez.