¿Tu gato se tumba y te enseña su suave y redonda barriga? Antes de acercarte, ten cuidado: ¡podría arañarte!
Lo cierto es que cuando un gato te enseña la barriga, no significa que quiera un abrazo. La forma en que lo dice puede dar la impresión de que confía en ti, pero también puede significar algo más. Para entender qué intenta decirte tu gato cuando te enseña la barriga, necesitas comprender las señales que utiliza.
¿Cómo sabes si le gustas a tu gato?
Cuando tu gato te da un suave empujoncito con la cabeza, te demuestra que te quiere. Para los gatos, este gesto es una forma de demostrar que reconocen y se sienten conectados con otros gatos. Al dejar su olor, demuestra que está ahí y ocupa espacio. En pocas palabras, cuando un gato te da un cabezazo, te está diciendo “hola”, “te quiero” o “me perteneces”. Pero cuando te muestra la panza, el mensaje es más complejo. Esta posición demuestra mucha confianza, pero no está necesariamente relacionada con el amor. Puede que simplemente quiera estirarse o se sienta bien, pero eso no significa que debas acariciarlo.
Quizás pienses que no puede hablar para decirte que necesita tu amor, pero en realidad, tu gato te demuestra cómo se siente todos los días.
Si tu gato te sigue a todas partes, te trae “regalos” (como ratones muertos), te mira fijamente mientras parpadea lentamente y ronronea fuerte cuando te acercas, entonces puedes estar seguro de que te ama profundamente.
¿Dónde puedes acariciar a un gato? Los lugares que le gustan y los que realmente no le gustan.
A los gatos no les gusta que les acaricien todo el cuerpo. Algunos gatos son más sensibles que otros. También pueden ser tímidos. Así que si quieres acariciar a un gato, ten cuidado y no te alejes demasiado. Aquí tienes una explicación sencilla. Lo primero que debes recordar es mantener la panza fuera del alcance. Los gatos amigables te dejarán acariciarlos en esta zona, pero es mejor no hacerlo. Lo mismo aplica para las patas y la parte baja de la espalda. Mejor, opta por la opción más segura: la cabeza. A los gatos les encanta que les rasques la barbilla, las mejillas y el lateral de las orejas. Pero no obligues a tu gato a acurrucarse. Si se siente incómodo, déjalo. No importa dónde lo acaricies, siempre acaricia el pelaje en la misma dirección.