Puede ser más o menos perceptible en diferentes individuos y también puede estar presente en sus espacios vitales. El envejecimiento natural del organismo y los cambios bioquímicos provocan este olor, que puede percibirse incluso a unos metros de distancia.
Este olor se conoce comúnmente como “olor senil”.
El olor a anciano es un fenómeno natural en la práctica médica. Difiere del olor de los individuos jóvenes y de mediana edad y no está relacionado únicamente con la higiene.
El envejecimiento provoca cambios en el equilibrio hormonal, la aparición de enfermedades crónicas y una ralentización de los procesos metabólicos, lo que se traduce en el desarrollo de un olor distinto en las personas mayores.
El sentido del olfato se deteriora con la edad, lo que provoca indiferencia hacia la higiene personal y el olor corporal.
La falta de higiene es la principal causa del dolor corporal en la vejez.
Además, muchos ancianos sufren el “síndrome de Plyushkin”, que puede agravar el problema. Recortan en todo, incluso en necesidades básicas como comida, productos de higiene, gas, electricidad y agua para ahorrar dinero. Algunos creen que lavarse una vez a la semana es suficiente, pero esto puede provocar problemas de higiene. Los pensionistas deben dar prioridad a su salud e higiene. Muchos ancianos guardan ropa vieja y gastada que rara vez lavan.
Los cambios corporales relacionados con la edad y las enfermedades crónicas del hígado, la vejiga, los riñones y el sistema endocrino también pueden contribuir a la aparición de malos olores. Las sustancias tóxicas se eliminan del cuerpo a través de las heces, la orina y el sudor, lo que puede provocar un olor característico. Se trata de un problema común entre las personas mayores. El debilitamiento de los músculos del suelo pélvico y del esfínter de la vejiga puede provocar pérdidas incontroladas de orina, lo que también puede contribuir a la aparición de olores desagradables.
Si hay problemas de pérdidas de orina, la persona puede oler a amoniaco. Un ligero olor a manzanas podridas puede indicar cetoacidosis, un signo de diabetes. Un olor desagradable a la col rancia puede indicar problemas de tiroides.
A medida que las personas envejecen, disminuye la cantidad de saliva segregada, lo que puede provocar mal aliento.
En la vejez, muchas personas toman múltiples medicamentos y el exceso de medicación se excreta a través de la piel.
El mal olor senil también puede producirse debido a impedimentos físicos para la higiene y el aseo.
Las personas mayores pueden tener dificultades para bañarse o lavar la ropa con regularidad, ya que pueden necesitar ayuda para acceder al baño o a la ducha y pueden necesitar ayuda para entender cómo utilizar las lavadoras. Además, pueden sentir vergüenza de pedir ayuda incluso a sus familiares más cercanos para evitar ser una carga.