Por qué nos aparecen pequeñas verrugas con la edad y cómo quitarlas

A medida que envejecemos, nuestra piel pierde colágeno y elastina, lo que provoca que se vuelva más seca y aparezcan arrugas. Pero hay más. Algunas personas tienen verrugas en el cuerpo. Los dermatólogos se aseguran de mantener la distinción entre ambos términos. Las verrugas son causadas por el virus del papiloma humano (VPH), que provoca el crecimiento de tejido. El virus infecta la piel o las membranas mucosas, provocando crecimientos ásperos y blancos. Los puntos negros en la parte inferior de la verruga parecen cuerpos extraños pegados en ellas. Duelen al presionarlos. Suelen aparecer en los dedos, las rodillas, las manos, los pies y los genitales. Muchas de ellas desaparecen por sí solas gracias a nuestro sistema inmunológico.

¿Qué son estas “verrugas” que aparecen con la edad?

Las verrugas aparecen en la mediana edad y son un motivo común de visitas al dermatólogo: el envejecimiento, la genética, las hormonas o la exposición al sol las causan. Un virus no las causa y no son contagiosas. Un dermatólogo puede decirle qué son. Las más comunes son las queratosis seborreicas o acrocordones.

La queratosis seborreica es un crecimiento de la capa externa de la piel que forma parte del proceso normal de envejecimiento. Es inofensiva y no contagiosa. Parece una pequeña protuberancia con bordes precisos y una superficie rugosa. Pueden ser de diferentes colores y tamaños, y en ocasiones se desprenden. Se encuentran en la cabeza, el cuello y el tronco. Nunca se encuentran en las palmas de las manos o los pies. Si aparecen en la mucosa vaginal, siempre debemos hacer un diagnóstico diferencial. Son inofensivas. Provienen del envejecimiento y la genética, pero en ocasiones están relacionadas con la exposición solar. No puedes prevenirlas, pero mantén tu piel limpia, libre de bacterias y suciedad, y protégela del sol.

Los acrocordones o fibromas son otro tipo de lesión que aparece con la edad. No son verrugas porque no son infecciosas. Son pequeños tumores inofensivos, elevados y con una superficie irregular. Generalmente se forman en zonas con pliegues, como el cuello, las axilas, las ingles y los párpados. Son similares a las queratosis seborreicas pero se presentan en pliegues”, comenta el Dr. Pérez Diez.

Las queratosis actínicas, que suelen aparecer en la cara, cuero cabelludo, cuello, escote y dorso de las manos, son un signo de cáncer de piel. Son ásperas, duras al tacto y sangran con facilidad. Al eliminarlas, vuelven a crecer. Acude al dermatólogo porque podrían derivar en cáncer de piel.

¿Se deben eliminar las queratosis seborreicas?

Siempre es personal. Solo se tratan si el paciente lo desea porque le molestan, pican o sangran. Si están en lugares de fricción, como la zona de las axilas, pueden causar molestias.

Cómo deshacerse de ellas

Las queratosis seborreicas se pueden eliminar mediante congelación, quema, cirugía y terapia láser. El mejor método depende de dónde esté la verruga, de su tamaño y de su aspecto. También depende de lo que quiera el paciente y de lo que sepa el médico. Los dermatólogos desaconsejan los remedios caseros como “No se recomienda aplicar cintas, apósitos u otras cremas o líquidos sobre las verrugas porque pueden causar infección, dolor o cicatrices.

La crioterapia es un procedimiento en el que se congela la verruga con nitrógeno líquido para destruir las células. Es un procedimiento rápido y sencillo que se realiza en la consulta. Puede quedar una herida unos días hasta que la lesión se cae en una o dos semanas. No es instantáneo”, explica el doctor Antonio Carvajal, médico estético con clínica en Oviedo. Por favor, no lo hagas en verano porque puede dejar marcas.

Láser: “Los láseres ablativos de CO2 y Erbio:YAG en modo pulsado y ultrapulsado eliminan capas con gran precisión. Tras la sesión se forma una costra fina durante una semana y luego se cae. La zona puede estar un poco enrojecida durante un tiempo, pero vuelve a su color normal sin dejar marcas ni cicatrices.

Electrocoagulación: se realiza con un bisturí eléctrico. Se aplica anestesia local y se quema la zona con el bisturí eléctrico. Generalmente no queda cicatriz, pero el tejido se daña más que con el láser y hay mayor riesgo de dejar marcas.