Daniella siguió a un lobo hasta el bosque. ¡Lo que encontró cambió su vida!

Daniella había salido a caminar este domingo para escapar del caos de su vida. Estaba cansada de trabajar tan duro y sentirse estresada todo el tiempo, y estar en la naturaleza la hacía sentir mejor. Suzy era su mejor amiga y le encantaba caminar. Hoy, Daniella pensó que también podría ayudarla.

Después de un rato, llegaron a un pequeño claro donde la luz del sol brillaba a través de los árboles, haciendo que la escena fuera casi mágica. Daniella se detuvo para observar todo, con su cámara lista para tomar fotografías.

“¿Suzy?”, llamó Daniella, con voz firme, aunque se sentía preocupada. No hubo respuesta. Daniella sintió que su corazón latía más rápido. Miró a su alrededor, segura de que Suzy estaba cerca, tal vez fuera de la vista o gastándole una broma.

Daniella llamó de nuevo, con voz un poco insegura. Todavía no había respuesta.

Mientras Daniella buscaba a Suzy, no se dio cuenta de que se estaba alejando del sendero. Daniella comprobó la señal para ver si podía abrir mapas o llamar a Suzy, pero no pudo.

De repente, escuchó una ramita romperse cerca. Daniella se congeló, su cuerpo se tensó de miedo. Sintió que había algo allí.

El lobo estaba allí, con los ojos fijos en ella. La atacaron allí, sola en el bosque, sin nadie que la ayudara.

Daniella dejó de respirar cuando se acercó. Estaba medio esperando que atacara. Pero en cambio, el lobo le dio un codazo en la pierna con la nariz como diciéndole que se pusiera de pie. Daniella la miró, asombrada.

Con una respiración temblorosa, Daniella se puso de pie lentamente. El lobo dio un paso atrás, dándole espacio, sin apartar la mirada de ella. El miedo de Daniella comenzó a desaparecer y sintió algo más, pero no podía definirlo.

El lobo se acercó a ella. Daniella vio un gran corte en su pierna y pensó que un animal con una herida podía ser más peligroso que uno que estuviera bien. Pero cuando el lobo se dio vuelta y la miró expectante, Daniella se dio cuenta de que necesitaba su ayuda.

Daniella lo siguió, cada paso parecía un salto hacia lo desconocido.

Después de una hora de caminar, el lobo disminuyó la velocidad y levantó la cabeza como si pudiera sentir algo cerca.

De repente, el lobo aulló, lo que asustó a Daniella.

El lobo emitió ruidos bajos y hundió las patas en la tierra cerca del montón. Esto parecía esencial y urgente. A medida que el bosque se volvía silencioso a su alrededor, el miedo de Daniella comenzó a convertirse en curiosidad.

Trató de averiguar más y tocó algo extraño: un diario viejo y desgastado enterrado bajo una pila de agujas de pino.

Al abrir el diario, encontró una letra vivaz que contaba la historia del viaje de un viajero a través del bosque.

Mientras seguía leyendo, se enteró de que el escritor estaba desesperado por encontrar un lobo blanco que se decía que vivía en el bosque.

El corazón de Daniella se aceleró mientras pasaba las páginas del diario. Las imágenes de jaulas e información sobre trampas mostraron que el viajero quería atrapar al lobo blanco.

El bosque se abrió a un claro y Daniella se sintió muy preocupada. Había un lobo albino atrapado en una red, mirándola con ojos asustados.

Otro lobo estaba cerca, débil y atrapado. Había sido atrapado con las herramientas de sus captores. Esta triste visión hizo que Daniella se diera cuenta de lo crueles que eran los cazadores y cambió todo para ella. Daniella finalmente entendió las acciones del lobo cuando vio la triste situación del lobo blanco.

Daniella respiró profundamente, reunió coraje y caminó lentamente hacia el animal atrapado con los cortadores en la mano. Sintió que su corazón latía más rápido mientras el lobo adulto la miraba fijamente.

El gruñido preocupado del lobo blanco se convirtió lentamente en curiosidad y olfateó a su alrededor como si pudiera sentir que Daniella quería ayudarlo. El animal saltó del suelo y corrió hacia su contraparte cuando la red finalmente cayó.

El bosque pronto se llenó de sonidos de alegría cuando el lobo blanco, ahora libre, se acurrucó en el abrazo de su contraparte. Jugaron y movieron sus colas, lo que fue un cambio agradable de la tensión que había allí antes. Fue una agradable celebración de la libertad.

Mientras Daniella seguía a los dos lobos de regreso, el bosque se volvió menos denso y pudo ver más del mundo a su alrededor. El bosque gradualmente regresó a su estado habitual, como si el bosque mismo la estuviera guiando de regreso.

Al salir del bosque, Daniella sintió una mezcla de felicidad y tristeza. Sus guías lobos la habían guiado a salvo hasta este punto, y su presencia la había hecho sentir cómoda. Su separación final marcó el final de un capítulo lleno de amistad y guía silenciosa.